Por otro lado, si se decide construir nuevas viviendas hay que tener en cuenta que esto conlleva generar grandes niveles de dióxido de carbono, emisión de gases nocivos y un consumo elevado de energías como electricidad, gasóleo y gasolina. Por esto, es tan importante que se construya de manera eficiente y sostenible.
Una vivienda que aprovecha mejor el entorno que la rodea y reduce así su consumo energético no solo afectará de manera positiva al planeta Tierra, si no también a los bolsillos de los habitantes ya que se ahorrará en el gasto de electricidad, gasóleo y gas.
Para conseguir esta eficiencia energética es necesario un buen asilamiento térmico, en ventanas y puertas, pero también en suelos, techos y paredes. Incluir además nuevas tecnologías que reduzcan el consumo de agua y formas de aprovechar las energías renovables como la energía solar o eólica, son opciones que deberían estar en cualquier construcción moderna o rehabilitación.
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