El concepto Low impact living ha dejado de ser una moda para convertirse en una necesidad. Cada vez más personas quieren viviendas eficientes, saludables y respetuosas con el entorno. Pero… ¿cómo se aplica esto en una reforma real?
En esta guía te explicamos qué es el low impact living, qué lo diferencia de una simple reforma sostenible y cómo llevarlo a la práctica paso a paso.
Low impact living significa vivir reduciendo al máximo la huella ecológica en el hogar. No se trata solo de reciclar o usar bombillas LED, sino de diseñar, reformar y habitar viviendas que consuman menos recursos y generen menos residuos durante toda su vida útil.
Este tipo de vivienda se basa en tres principios:
1. Elegir materiales de bajo impacto ambiental
Opta por materiales naturales, reciclados o reutilizados.
👉 En reformas anteriores ya hemos aplicado este enfoque. Puedes verlo en nuestra sección de proyectos de reforma integral.
2. Aislamiento y eficiencia energética
Reducir el impacto también implica consumir menos energía.
📌 ¿Quieres saber más sobre cómo ahorrar con una reforma? Lee nuestro blog sobre cuánto cuesta reformar una cocina en 2025.
3. Reutilizar y restaurar antes que sustituir
Low impact living también es no tirar lo que puede seguir funcionando.
4. Diseño para durar (y repararse)
Una vivienda de bajo impacto no se reforma cada 10 años. Se diseña para durar.
Muchas personas creen que vivir con bajo impacto es caro. En realidad, se trata de invertir con lógica y futuro:
Incluso existen ayudas públicas para reformas energéticas. Puedes consultarlas en la web oficial del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía).
Adoptar el low impact living no significa renunciar al diseño, sino apostar por hogares más conscientes, eficientes y saludables.
Si estás pensando en reformar, este es el mejor momento para hacerlo con criterio, futuro y sostenibilidad.
👉 ¿Quieres aplicar este enfoque en tu reforma?
En Mepabi te ayudamos a diseñarla, calcularla y hacerla realidad de forma responsable.